
La Fertilización In Vitro (FIV) y la congelación de óvulos son, desde hace décadas, opciones esperanzadoras para parejas y mujeres que desean preservar su fertilidad. Sin embargo, en general los tratamientos son prolongados, exigentes para el cuerpo de la mujer y pueden ser emocionalmente difíciles debido las múltiples inyecciones hormonales y a los extensos periodos de estimulación ovárica requeridos.
Los avances que vemos hoy en fertilización asistida son el resultado de una convergencia científica global. La clave de esta innovación radica en cómo las mentes brillantes de la biotecnología llevan los nuevos conocimientos fruto de la investigación científica a la práctica clínica, transformando la medicina reproductiva que conocemos hoy.