
Un informe preliminar apunta que el cable que se rompió durante el accidente del funicular en Lisboa no cumplía con la normativa para el transporte de personas, ni con los requisitos de la empresa de transporte urbano, y señala falsas tareas de mantenimiento por parte de la compañía encargada.
Recordemos que El siniestro se produjo el 3 de septiembre y causó la muerte de 16 personas, la mayoría de ellas turistas, y una veintena de heridos.
“Hay pruebas de que las tareas de mantenimiento registradas como completadas no siempre se corresponden con las tareas realmente realizadas, así como de que las tareas críticas para la seguridad se ejecutan de forma no estandarizada, con parámetros de ejecución y validación dispares”, afirma el informe, publicado por el Gabinete de Prevención e Investigación de Accidentes de Aeronaves y Accidentes Ferroviarios, organismo gubernamental encargado del caso.
Según la investigación, las inspecciones previstas para el día del accidente “están registradas como realizadas”, aunque se han encontrado pruebas de que “no se realizaron en el horario indicado en la hoja de registro correspondiente”.