
Una resonancia magnética a tiempo es fundamental en la detección y tratamiento precoz de un accidente cerebrovascular (ACV), y puede ser determinante para salvar vidas, minimizar el riesgo de lesiones cerebrales permanentes y mejorar las probabilidades de una recuperación efectiva.
“Si el ACV se diagnostica a tiempo, es decir, si se trata antes de que pasen las 8 horas -después de los síntomas-, se puede revertir, y el afectado podría quedar sin secuelas”, advierte Luis Gabriel Andonaegui Velázquez, neuroradiólogo intervencionista, director médico de la Policlínica Del Sur – El Tigre (Anzoátegui).
El ACV puede ser isquémico o hemorrágico, según la obstrucción o la rotura de un vaso sanguíneo en el cerebro. Para identificar cada caso, el especialista procede a realizar dos exámenes: la tomografía, que permite determinar rápidamente los pacientes que tengan hemorragia, y la resonancia, para identificar temprano una isquemia.
“Dependiendo de ese diagnóstico rápido se determinará el tratamiento a aplicar”, señala el especialista.
El accidente cerebrovascular sigue en aumento, a menos que se implementen mejoras en la prevención y el tratamiento.
Los síntomas de un ACV pueden aparecer de forma repentina y rápida, e incluyen: debilidad o entumecimiento repentino en un lado del cuerpo, confusión, problemas para hablar o entender el habla, dificultad para ver, problemas para caminar o pérdida de equilibrio, y un dolor de cabeza intenso y súbito.
Factores que determinan un ACV
La obesidad, presión arterial alta, colesterol alto, diabetes, hábitos de vida poco saludables; así como fumar, no realizar actividad física, el consumo excesivo de alcohol y algunas enfermedades como la aterosclerosis condicionan que pacientes tengan ACV a temprana edad.
Según Andonaegui Velázquez, “son más frecuentes en personas mayores de 60 años; pero igual, pacientes con factores de riesgos aumentados a edad más temprana pueden tener este tipo de patología”.
Agrega que, los hombres tienden a ser más susceptibles a sufrir un ACV en comparación con las mujeres, aunque “no hay una explicación definitiva” para este fenómeno. “Probablemente el componente hormonal que tenga la mujer le ayuda a tener alguna protección cardiovascular que no la tienen los hombres. Esos son pacientes mayores de 60, 65 años, porque mientras avanza la edad aumenta la probabilidad de tener un ACV”.
La recomendación médica se enfoca a un estilo de vida saludable, con controles orientados al peso y presión arterial; así como el seguimiento médico para disminuir los factores de riesgo.