
La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamado urgente para intensificar los esfuerzos globales en la erradicación de la hepatitis viral, una enfermedad que actualmente afecta a unos 300 millones de personas en el mundo y causa aproximadamente 1.3 millones de fallecimientos al año, principalmente por cirrosis y cáncer hepático. Este recordatorio se hizo en el marco del Día Mundial contra la Hepatitis.
La organización aprovechó la jornada para destacar que la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) ha clasificado recientemente la hepatitis d como cancerígena para los humanos, una característica que ya se había confirmado para los tipos b y c.
Estudios de la IARC indican que la hepatitis d, que solo afecta a personas con hepatitis b, está vinculada a un riesgo de cáncer de hígado entre dos y seis veces mayor que en quienes solo tienen el virus tipo b. La OMS reitera que, si bien los cinco tipos de hepatitis viral (a, b, c, d y e) son causas importantes de infección hepática aguda, solo los tipos b, c y d pueden derivar en infecciones crónicas que incrementan significativamente el riesgo de cirrosis, insuficiencia hepática o cáncer de hígado.
La agencia sanitaria también alertó sobre una preocupante realidad: la mayoría de las personas con hepatitis desconocen que están infectadas. Según cifras de 2022, solo el 13 % de los afectados con hepatitis b y el 36 % con hepatitis c habían sido diagnosticados. Las tasas de tratamiento son aún más bajas, alcanzando apenas el 3 % para la hepatitis b y el 2 % para la hepatitis c. Esta falta de diagnóstico y acceso a tratamiento subraya la necesidad crítica de mayores esfuerzos en salud pública.