
Las personas de ambos sexos deben empezar a realizar actividades de fuerza previo a la tercera década de la vida para fortalecer la condición corporal, que se desmejora con el transcurso del tiempo.
El entrenador personal de Gold’s Gym, sede de San Ignacio, Anthony Pacheco, señaló que, “a partir de los 30 comienza el envejecimiento biológico, por eso, antes de esta edad, es importante alcanzar una buena cantidad y calidad de masa ósea”.
Pacheco, explicó que la formación de la densidad mineral se completa al llegar a la tercera década de vida, y, a partir de allí, empieza a descender en ambos sexos.
“En el caso de las mujeres, disminuye con mayor velocidad después de la menopausia”, recalcó.
En este sentido, el entrenador indicó que “es recomendable llevar a cabo ejercicios de fuerza e impacto de forma controlada y progresiva para prevenir la osteoporosis”, una afección que se presenta con frecuencia en la población femenina luego de la finalización definitiva de la menstruación. Agregó que “se necesitan de 6 a 12 meses para la optimización de la masa ósea”.
Asimismo, dichas prácticas aumentan el músculo, lo cual previene la debilidad del cuerpo a futuro, así como también mejora la función metabólica, que es esencial para mantener un peso adecuado y reducir el riesgo de padecer obesidad, diabetes, afecciones cardiovasculares, entre otros, explicó Pacheco.
De acuerdo con el entrenador, “la ventaja que tienen los hombres al efectuar actividad física corresponde al incremento de la masa muscular por una mayor síntesis proteica, debido a sus altos niveles de testosterona”.
En el caso de las mujeres, realizar ejercicios de peso al alcanzar los 30 años es necesario porque en dicha etapa aún se produce una alta cantidad de estrógenos, los cuales “ayudan a evitar la pérdida del músculo”, enfatizó Pacheco. Por lo tanto, “es importante aprovechar este beneficio antes de llegar a la menopausia, que es un periodo de la vida en el que se reduce significativamente la liberación de estas hormonas”, destacó.
Por otro lado, el entrenador comentó que la actividad física de fuerza es esencial para cuidar la salud mental, ya que no solo disminuye la ansiedad y el estrés, sino que “existe evidencia de que es capaz de revertir la demencia en una fase temprana, es decir, leve”.