
Las autoridades de Juneau, Alaska, han ordenado la evacuación preventiva de más de mil personas y negocios debido al inminente riesgo de una inundación glaciar. La crecida, provocada por la liberación súbita de agua del Suicide Basin, una cuenca glaciar, comenzó a desbordarse el pasado lunes. La ciudad y distrito Juneau, en conjunto con las tribus indias Tlingit y Haida, han pedido a los residentes que no regresen hasta que la situación sea segura.
Este tipo de inundaciones se ha vuelto común en los últimos veranos. Un dique natural de hielo que contiene el agua de la cuenca cede por la presión del deshielo y las lluvias, liberando grandes volúmenes de agua. En 2023, la crecida dañó cerca de 300 viviendas, y en 2022, algunas fueron arrasadas por la fuerza del río.
El jefe de emergencias, Ryan O’shaughnessy, ha pedido a la población evacuar con calma y seguir los planes de contingencia. La ciudad ha habilitado un refugio en la escuela media Floyd Dryden y ha instalado barreras para contener la crecida. El Servicio Meteorológico Nacional prevé que el caudal supere el récord histórico.
Investigadores de la universidad de Alaska estiman que este tipo de inundaciones continuarán por varias décadas. El cuerpo de ingenieros del ejército de Estados Unidos ha iniciado estudios para encontrar soluciones permanentes, aunque se advierte que el proceso podría tardar años.