
El phishing es una técnica de cibercrimen en la que los delincuentes se hacen pasar por entidades conocidas para engañar a los usuarios y obtener información sensible. Estos ataques pueden llegar a través de correos electrónicos, mensajes de WhatsApp y otros medios digitales.
Generalmente, apelan a un sentido de urgencia como “Tu cuenta será suspendida”, “Última oportunidad para confirmar tu información”; o “Acción requerida inmediatamente” para que quien recibe el mensaje actúe de forma irreflexiva. ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, alerta sobre este ataque que busca robar información personal y acerca consejos para evitar caer en este engaño.
A continuación, ESET analiza algunos ejemplos actuales de casos de phishing por correo electrónico, en los que los cibercriminales simulan una notificación de empresas conocidas de mensajería, en los que la excusa del contacto es la supuesta necesidad de resolver algún problema con un envío de un paquete al domicilio.
“Como en la mayoría de los correos de phishing se valen de la ingeniería social y apelan a los sentimientos de las personas, como la ansiedad, la urgencia o el miedo. En general buscan interpelar a las personas con asuntos de correo bastante persuasivos, del tipo: “Tu paquete está retenido”, “Falta información para la entrega” y “Entrega del paquete suspendida”.”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Las empresas de mensajería suplantadas que identificaron desde ESET son muy reconocidas, como FedEx, DHL, UPS y Correo Argentino, solo por citar algunos ejemplos. El cuerpo del mensaje presenta la estética de la marca real, con un alto grado de similitud.
Ejemplos reales de correos falsos
– Detenerse a pensar si realmente se está esperando un envío. Si la respuesta es “no” posiblemente se trate de un fraude.
– Revisar si el remitente legítimo. Generalmente, este tipo de estafas presentan un remitente que difiere de manera clara del legítimo, así que siempre es un buen primer paso poner el ojo allí.
– Alertarse si hay un pedido de información sensible sea personal o bancaria. Esto debe encender las alarmas.
– Chequear a dónde dirige el link que se incluye en el correo: siempre es importante verificar si lleva al sitio oficial.
– Observar si presenta errores ortográficos o de redacción, aunque la Inteligencia Artificial ha mejorado sensiblemente este tipo de correos.