
Un estudio reciente de la universidad de Harvard ha revelado el poder de las verduras para proteger nuestra salud. La investigación destaca que el consumo regular de vegetales puede reducir en un 30 % el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Este beneficio se debe, en gran parte, a la alta concentración de antioxidantes que estas contienen.
Según los expertos, ciertas verduras se distinguen por su alto contenido de estos compuestos esenciales para el sistema inmunitario. Entre ellas se encuentran el repollo morado, la calabaza, la zanahoria, el tomate, la remolacha, el brócoli y las batatas.
Los antioxidantes actúan neutralizando los radicales libres, moléculas que dañan nuestras células y pueden llevar a enfermedades como el cáncer, la diabetes y problemas cardíacos. Estos compuestos, que incluyen vitaminas como la c y la e, carotenoides, licopeno y polifenoles, son vitales para mantener la salud celular y reducir la inflamación.
Un ensayo clínico publicado en The American Journal of Clinical Nutrition demostró que el aumento en la ingesta de antocianinas, un tipo de antioxidante, mejora significativamente los marcadores de inflamación en adultos mayores.
Aunque no existe una cantidad fija recomendada, los expertos insisten en la importancia de incluir estas verduras en nuestra dieta diaria. Además, un dato interesante es que la forma en que las cocinamos puede incluso potenciar sus propiedades antioxidantes, haciendo que sus beneficios sean aún mayores.