
Egipto ha logrado un hito histórico en salud pública al convertirse en el primer país de la región del mediterráneo oriental en controlar la Hepatitis B, según un anuncio oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El éxito se debe a una estrategia integral que incluyó la vacunación masiva de recién nacidos desde 1992, campañas de concientización y mejoras en los sistemas de vigilancia epidemiológica.
“Este logro demuestra que con políticas sostenidas y compromiso gubernamental es posible combatir enfermedades infecciosas”, destacó el Dr. Ahmed al-Mandhari, director regional de la OMS para el mediterráneo oriental.
Los datos revelan que la prevalencia de Hepatitis B en niños menores de cinco años en Egipto se ha reducido a menos del 1 %, cumpliendo así con los estándares internacionales de control establecidos por la OMS.
El ministerio de Salud egipcio atribuyó este éxito a la cobertura vacunal superior al 95 % mantenida durante décadas, así como a programas de tratamiento accesible.
“La eliminación de la transmisión materno-infantil ha sido clave para romper la cadena de contagio”, explicó la Dra. Hala Zaid, ministra de Población y Salud Egipcia.
Este logro posiciona a Egipto como modelo regional en la lucha contra las hepatitis virales, enfermedades que afectan a millones en todo el mundo.
La OMS instó a otros países a replicar este enfoque combinado de prevención, diagnóstico temprano y tratamiento universal. Mientras Egipto celebra este avance, las autoridades sanitarias ya han fijado como próximo objetivo la eliminación de la Hepatitis C, otra enfermedad endémica en el país nortafricano.