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Contraseñas seguras y amigables: consejos para crear una política de contraseñas para una empresa

Contraseñas seguras y amigables: consejos para crear una política de contraseñas para una empresa

En estos días, una persona promedio tiene hasta 100 contraseñas para recordar, el número creció a un ritmo acelerado en los últimos años (aunque, de hecho, algunas personas usaron alrededor de 50 contraseñas). De hecho, estudios han encontrado que las personas generalmente recuerdan hasta cinco contraseñas y toman atajos para crear contraseñas fáciles de adivinar y luego reciclarlas en varias cuentas en línea. Algunos en realidad sustituyen números y caracteres especiales por letras, pero esto sigue siendo una contraseña que es fácil

de descifrar.

Por su parte, compañías tecnológicas como Microsoft y Google están alentando a todos a deshacerse de las contraseñas y dejar de usarlas por completo. Sin embargo, si una pequeña o mediana empresa aún no está lista para deshacerse de las contraseñas, ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, comparte una guía que puede ser de ayuda:

1. Dejar de imponer reglas innecesarias para crear contraseñas complejas: Las reglas para crear contraseñas que son extremadamente complejas (como exigir a los usuarios que incluyan caracteres en mayúsculas y minúsculas, al menos un número y un carácter especial) ya no son obligatorias. Las mismas no alientan a los usuarios a establecer contraseñas más seguras, sino que impulsan a actuar de manera predecible y generar contraseñas débiles y difíciles de recordar.

2. Cambiar a frases de contraseña: En lugar de contraseñas cortas pero difíciles, buscar frases de contraseña. Son más largas y más complejas, pero aun así son fáciles de recordar. Por ejemplo, puede ser una oración completa, salpicada de mayúsculas, caracteres especiales y emojis. Si bien no es súper compleja, las herramientas automatizadas tardarán años en descifrarla. Como mínimo deberían tener 12 caracteres y como máximo 64 caracteres después de combinar varios espacios.

“Hace unos años, la longitud mínima para una buena contraseña era de ocho caracteres, que consistían en mayúsculas y minúsculas, signos y números. Hoy en día, las herramientas automatizadas para descifrar contraseñas pueden adivinar dicha contraseña en minutos, especialmente si está protegida con la función de hash MD5. Esto es según las pruebas realizadas por Hive Systems y publicadas en abril de 2023. Por el contrario, una contraseña simple que contiene solo caracteres en mayúsculas y minúsculas, pero que tiene 18 caracteres, requiere de mucho, mucho más tiempo para ser descifrada”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.

3. Utilizar una variedad de caracteres: A la hora de establecer una contraseña los y las usuarias deben tener la libertad de elegir entre todos los caracteres, incluidos los emojis. También deberían tener la opción de usar espacios, que son una parte natural de las frases utilizadas como contraseña, una alternativa muy recomendada para evitar las contraseñas tradicionales. Una recomendación: implementar un generador de contraseñas.

4. Evitar la reutilización de contraseñas: Una filtración de las claves de acceso de una cuenta puede llevar fácilmente al compromiso de otras cuentas. Sin embargo, alrededor de la mitad de los encuestados en un estudio realizado por el Instituto Ponemon de 2019 admitió haber reutilizado un promedio de cinco contraseñas para acceder a sus cuentas comerciales y/o personales.

5. No utilizar fecha de expiración para contraseñas: El NIST recomienda no solicitar cambios regulares de contraseña a menos que haya evidencia de un compromiso. La razón es que las personas usuarias tienen una paciencia limitada para tener que pensar constantemente en nuevas contraseñas razonablemente seguras. Como resultado, solicitar cambios de contraseña de forma regular puede hacer más daño que bien.