
Tanto el cáncer colorrectal como el anal son frecuentes a nivel global, así como en el país. Sin embargo, su riesgo puede disminuir significativamente con la adopción de medidas de cuidado específicas y evaluaciones médicas adecuadas.
La doctora Sylvia Benítez, Jefe del departamento de gastroenterología de la Clínica de Prevención del Cáncer (CPC) de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), enfatizó que los hábitos de vida saludables, los diagnósticos tempranos y los tratamientos oportunos son esenciales para reducir el impacto de estas enfermedades.
Cáncer colorrectal
La especialista explicó que este tipo de cáncer agrupa las patologías que afectan tanto al colon como al recto, ya que comparten características clínicas, una mortalidad similar y, a menudo, los mismos tratamientos.
Las lesiones malignas del cáncer colorrectal se ubican principalmente en el colon izquierdo y con menor frecuencia en el derecho, que es donde la enfermedad suele ser más agresiva, expresó la gastroenteróloga.
La localización del tumor influye en los síntomas:
· En el lado derecho: Crece lentamente y puede causar anemia inexplicable, dolor abdominal y pérdida de peso.
· En la zona izquierda: Produce rápidamente heces acintadas o estreñimiento. Si el tumor se encuentra cerca del ano puede provocar proctalgia (dolor), sensación de peso, moco y sangre en las evacuaciones.
Para prevenir el cáncer colorrectal, es fundamental modificar hábitos de vida relacionados con la obesidad, el sedentarismo y el estreñimiento crónico. Se recomienda mantener una alimentación saludable (rica en frutas, vegetales e hidratación adecuada, entre otros), realizar ejercicio regularmente, así como evitar el consumo de alcohol y tabaco, indicó la doctora Benítez.
Además, la gastroenteróloga enfatizó la importancia de realizarse una colonoscopia entre los 45 y 50 años, incluso si no se tienen síntomas. Esta afección suele presentarse después de los 50 años. No obstante, si existen antecedentes familiares o enfermedad inflamatoria intestinal, la pesquisa debe iniciarse antes.
La especialista agregó que, aunque la mayoría de los casos de cáncer colorrectal son esporádicos (sin antecedentes), existen factores que incrementan el riesgo como síndromes genéticos hereditarios (poliposis adenomatosa familiar, el trastorno de Lynch y el de Peutz-Jeghers). En estos casos, las lesiones polipoides deben extirparse antes de que se vuelvan malignas.