
Una intensa ola de calor con temperaturas que superan los 39°c en 18 ciudades italianas ha saturado los servicios de urgencias en todo el país, con un aumento de ingresos hospitalarios entre el 5 % y 20 %.
El ministerio de sanidad declaró alerta roja en Roma, Milán, Bolonia y otras ciudades principales, donde se registraron picos de más de 40°c.
“El impacto es mayor en pacientes crónicos y ancianos, cuyas enfermedades pre-existentes se agravan con el calor”, explicó Alessandro Riccardi, presidente de la Sociedad Italiana de Medicina de Urgencias (SIMEU).
Además de los casos directamente relacionados con el calor como insolaciones y golpes de calor, los hospitales registran un aumento de “ingresos sociales” de personas mayores y sin hogar que buscan refugio en las urgencias.
“Los servicios de emergencia se han convertido en un reflejo de la realidad social, agravando la falta de camas y las largas esperas”, advirtió Riccardi. La situación se complicó tras un accidente laboral en Véneto, donde un obrero cayó en coma tras desmayarse por inhalación de gases en plena ola de calor.
Diez regiones italianas, incluidas Lacio (Roma) y Lombardía (Milán), han prohibido el trabajo al aire libre entre las 12:30 y 16:00 horas locales hasta fines de agosto. Estas medidas buscan proteger a los trabajadores en sectores como construcción y agricultura, mientras las autoridades sanitarias instan a la población a extremar precauciones ante una situación que podría prolongarse hasta principios de septiembre.