El prolapso es una patología ginecológica que se caracteriza por el debilitamiento de los músculos y tejidos del piso pélvico, los cuales permiten mantener en su lugar órganos tan importantes como la vejiga, el útero, la vagina y parte del intestino.
Según la doctora Carmen Navarro, ginecólogo obstetra, endocrinólogo de la reproducción y director médico de The Women Care Center, una mujer puede sufrir de un prolapso a cualquier edad, porque esta patología está muy relacionada con el número de partos vaginales, así como con la cantidad de embarazos.
“Aunque el parto sea por cesárea, el solo peso del embarazo promueve el debilitamiento de los músculos del piso pélvico. Esto representa un factor de riesgo para que se desarrollen los prolapsos”, afirma.
Explica la especialista que el debilitamiento del piso pélvico en las mujeres puede traer como consecuencia que se prolapsen los órganos por el orificio de la vagina, especialmente el útero, la vejiga e incluso el recto.
“Los prolapsos genitales también se dan en personas que desde temprana edad practican ejercicios de alto impacto, aquellos que levantan pesas, los que hacen crossfit, fisicoculturismo. También, en obesos o con sobrepeso y que después rebajan, pues sus músculos quedan dilatados y eso hace que se debiliten”.
Una alimentación rica en carbohidratos y baja en proteínas y minerales también posibilita la debilidad de los músculos del piso pélvico; al igual que el cigarrillo, que compite con la hemoglobina por el transporte de oxígeno. Adicionalmente, las personas diabéticas, quienes sufren de herpes genitales, enfermedades autoinmunes o inflamatorias crónicas, aumentan los factores que predisponen al debilitamiento del piso pélvico.
La doctora Navarro ofrece la terapia electromagnética focalizada, a través de la silla EMSella® BTL, un novedoso tratamiento que permite fortalecer el suelo pélvico. “Es una tecnología avalada por la FDA y por la Comunidad Científica Europea, a través de la cual se genera un campo electromagnético focalizado que dispersa su onda desde el centro de la silla hacia el área del periné”, explica Navarro; al tiempo que agrega que EMSella® BTL suma notorios aportes en la mejoría de la sexualidad integral tanto de mujeres como de hombres, favoreciendo en ellos la potencia sexual.
La silla proporciona contracciones supra máximas de las fibras musculares. Una contracción electromagnética con EMSella® BTL dura de 2 a 3 segundos, y en ese breve tiempo el paciente va a tener 250 pulsos electromagnéticos, estimulando las fibras musculares para recuperar el piso pélvico que se perdió y recoger el prolapso.
“Este procedimiento lo recomendamos para prolapsos grado 1, 2 y máximo 3. Pero ya en el grado 4, hay que operar”, advierte la doctora.