
Las autoridades taiwanesas han elevado a 124 el número de desaparecidos en el municipio Guangfu, en Hualien, tras las graves inundaciones ocasionadas por el paso del supertifón Ragasa. El desastre, que ya ha cobrado la vida de 14 personas, ha movilizado un amplio operativo de rescate en medio de condiciones extremadamente difíciles.
El desbordamiento de un lago natural en el cauce del arroyo Matai’an, provocado por el colapso de una presa de sedimentos, anegó Guangfu entre las 14:50 y las 16:30 hora local del martes. Desde entonces, bomberos, militares y rescatistas realizan búsquedas “puerta por puerta” para localizar a los desaparecidos.
La acumulación de fango ha dificultado el acceso de vehículos a las zonas afectadas, lo que ha obligado a reforzar el despliegue de policías y personal militar a pie. Las labores de rescate se centran en zonas residenciales donde el agua alcanzó niveles críticos en cuestión de minutos.
Mientras Taiwán lucha por encontrar a los desaparecidos, Hong Kong amaneció paralizada por vientos de hasta 200 km/h y lluvias torrenciales. La ciudad activó la alerta máxima por tifón, suspendió servicios públicos y habilitó 49 refugios que acogieron a casi 800 personas. Se reportaron 56 heridos.