
Un sismo de gran magnitud y varias réplicas devastaron la zona este de Afganistán, causando al menos 800 muertos y unos 2.755 heridos en las provincias Kunar y Nangarhar.
El epicentro, ubicado a 27 kilómetros de la ciudad Jalalabad, y a una profundidad de ocho kilómetros, desató una emergencia nacional que ha movilizado a equipos de rescate nacionales e internacionales a contrarreloj.
De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), más de 1,2 millones de personas percibieron los movimientos sísmicos fuertes o muy fuertes.
Las viviendas afganas, que están construidas mayormente con ladrillo de barro, presentaron colapsos generalizados, dejando a cientos de familias sin hogar y atrapadas entre los escombros, luego se sumaron al menos dos réplicas que alcanzaron una magnitud de 5,2.