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Jornada especial alivia dolor de rodilla con un tratamiento innovador

El doctor Leonardo Romero, traumatólogo especialista del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), explicó que el ácido hialurónico es un compuesto que se encuentra de forma natural en todas las células y tejidos conectivos del cuerpo.

“Su función principal es mantener una hidratación adecuada en las células, lo que les permite funcionar de manera óptima y mantenerse jóvenes”, aseguró.

En las articulaciones sinoviales, como la rodilla, la cadera o el hombro, el ácido hialurónico es un componente clave del líquido sinovial. Este líquido actúa como un lubricante y amortiguador, permitiendo que los huesos se deslicen suavemente uno sobre otro. Cuando el cuerpo envejece o sufre un desgaste (como en el caso de la artrosis), la calidad y cantidad de este líquido disminuyen, provocando fricción, dolor e inflamación.

“Cuando colocamos ácido hialurónico adicional dentro de la articulación” indicó el Dr. Romero, “lo que hacemos es restaurar la homeostasis intracelular”. Es decir, se restablece el bienestar de las células, se mejora la hidratación y se permite que el tejido recupere su elasticidad.

Además de su función de hidratación, el ácido hialurónico en forma de gel actúa como un amortiguador. Al inyectarlo, aumenta la viscosidad del líquido sinovial, disminuyendo el impacto sobre las superficies articulares. “Estas dos características” añadió el médico, “hacen que el ácido hialurónico mejore el dolor y la función de la articulación”.

Procedimiento seguro, sencillo y con resultados inmediatos

El tratamiento de infiltración de ácido hialurónico es un procedimiento sumamente sencillo y rutinario, que dura alrededor de cinco minutos y es prácticamente indoloro.

El Dr. Romero destaca que el producto que se utilizará, un tratamiento de vanguardia diseñado para proteger y revitalizar las articulaciones, tiene un componente que actúa directamente sobre las estructuras inflamadas, ayudando a disminuir la inflamación y a proporcionar un alivio inmediato del dolor, además del efecto a largo plazo.

Aunque el tratamiento no es permanente, sus efectos pueden durar de 6 meses a un año cuando es “monodosis”. El Dr. Romero señala que la duración depende de la calidad y viscosidad del ácido hialurónico utilizado. En algunos casos, se puede optar por un tratamiento de “multidosis” que requiere la aplicación de una ampolla semanal durante 3 a 5 semanas consecutivas, y debe repetirse anualmente.

Beneficios del tratamiento

Este procedimiento es una solución efectiva para una variedad de dolores y condiciones articulares. Si bien en esta jornada del GMSP se enfocaran en la rodilla, el ácido hialurónico puede ser utilizado en cualquier articulación sinovial que sufra degeneración, como el hombro, la cadera, el tobillo, el codo, la muñeca e incluso los dedos de las manos. Es particularmente útil para tratar el desgaste del cartílago, una condición conocida como artrosis. “Cuando el cartílago se desgasta, la calidad del líquido dentro de la articulación disminuye, se vuelve aguado y no lubrica adecuadamente”, explica el Dr. Romero. Esto provoca que el cartílago se reseque, se quiebre y exponga terminaciones nerviosas que causan un dolor intenso. La infiltración ayuda a restaurar la lubricación, reducir el dolor y mejorar la movilidad.