
Los sirios que viven en la orilla del Orontes atestiguan que este año es el de mayor sequía del que tienen memoria. Este río, de importancia histórica y que discurre desde el Líbano atravesando Siria hacia Turquía, se ha quedado seco, dejando enormes daños medioambientales, humanos y económicos.
Esta sequía amenaza directamente las fuentes de vida de miles de agricultores y pequeños negocios, además de socavar el sector de turismo interno, que dependía del río como un atractivo natural.
A lo largo del cauce del Orontes, desde Hama a la frontera turca, los agricultores viven miseria. Ali Hasan Jatab, campesino desplazado, afirmó que esta temporada lo ha perdido «todo».