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Brasil ha dado un paso gigante en su capacidad de generación energética con la inauguración de la planta térmica GNA II, que se convierte en la mayor termoeléctrica a gas natural de América Latina.
Ubicada en un complejo industrial en el litoral de Río de Janeiro, esta central cuenta con una impresionante capacidad instalada para generar 1.673 megavatios de energía, suficiente para abastecer a unos ocho millones de residencias. La GNA II es la segunda planta en operación del Grupo Gás Natural Açu (GNA), una sociedad de riesgo compartido formada por la multinacional Siemens Energy, la petrolera BP y la eléctrica china Spic. Su construcción requirió una inversión de 1.253 millones de dólares y ha estado operando en fase de prueba desde junio. Esta nueva central ya representa el 10 % de la energía eléctrica generada por gas natural en Brasil.
Ambas termoeléctricas están conectadas al terminal de regasificación de gas natural licuado del Porto de Açu, el más grande de capital privado en Brasil. Este terminal tiene la capacidad de procesar 21 millones de metros cúbicos de gas natural proveniente de navíos importadores, con BP abasteciendo e importando los 12 millones de metros cúbicos diarios que consumen las dos térmicas.
El complejo térmico tiene un gran potencial de crecimiento, ya que sus controladores cuentan con la autorización y la licencia ambiental para ampliar su capacidad en 3,4 gigavatios, lo que duplicaría con creces su producción total hasta los 6,4 gigavatios. Sin embargo, esta expansión dependerá directamente de un aumento en la demanda energética.
