
Portugal se encuentra en una batalla contra seis grandes incendios que asolan varias zonas del país. Las altas temperaturas y la sequedad del ambiente están avivando las llamas, dificultando enormemente su control, sobre todo en las regiones del norte, centro y Algarve.
El incendio que lleva más tiempo activo inició en Ponte Da Barca, cerca de la frontera con Galicia, España. Allí, 385 bomberos y 128 vehículos terrestres trabajan sin descanso, según la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil (ANEPC).
Las llamas avanzan peligrosamente por el Parque Nacional de Peneda-Gerês, declarado reserva de la biosfera por la Unesco, acercándose a las casas de algunas localidades, después de que el fuerte viento complicara las labores de control el lunes por la noche.
Ayer se iniciaron tres incendios en la zona de Arouca, afectando varias aldeas y localidades. En total, 388 bomberos y 115 vehículos terrestres se han desplegado en la zona. Finalmente, en monção, a 45 kilómetros de ponte da barca y también en la frontera con Galicia, un incendio declarado la madrugada del lunes está siendo combatido por 99 efectivos y 31 vehículos terrestres.
El pronóstico del Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera no es alentador: se espera tiempo caliente y seco para los próximos días, con temperaturas que podrían superar los 40°c y una humedad relativa inferior al 30 % en la mayor parte del territorio. Esta previsión incrementa significativamente el riesgo de incendios, creando condiciones favorables para su rápida propagación y una mayor dificultad en su extinción, especialmente en las regiones ya afectadas del norte, centro y Algarve.