
Un diagnóstico temprano y adecuado del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es esencial para aplicar esquemas de tratamiento efectivos e individualizados, que previenen el agravamiento de los síntomas a lo largo del tiempo, protegiendo así la salud mental y el bienestar general de los pacientes.
Beatriz Villalobos, neuropsicóloga del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), explicó que “el TDAH es un trastorno del neurodesarrollo con base biológica y alta heredabilidad, que afecta el funcionamiento de redes cerebrales implicadas en la atención, el control de impulsos y la autorregulación”.
Consecuencias de no detectar el TDAH a tiempo
Sin un diagnóstico temprano ni un tratamiento oportuno, las complicaciones de esta condición pueden evolucionar. Según la especialista, esto puede provocar “años de sufrimiento innecesario y adaptación inadecuada”.
La neuropsicóloga detalló que, sin un diagnóstico apropiado del TDAH “es común que las personas experimenten un bajo rendimiento académico y profesional”, lo que a menudo “desencadena frustración, abandono de estudios o empleos inestables”. Además, surgen “problemas en las relaciones interpersonales”, ya que “la impulsividad, desorganización y falta de atención pueden ser malinterpretadas como desinterés o irresponsabilidad”, enfatizó Villalobos.
La ventaja de un diagnóstico oportuno
Por todas estas razones, la especialista enfatizó que “es indispensable efectuar un estudio neuropsicológico apropiado, completo e integral para detectar el TDAH y permitir un mejor funcionamiento del paciente”.
La neuropsicóloga destacó que diagnosticar correctamente el TDAH permite “diseñar estrategias adaptadas a las necesidades de cada persona, en lugar de aplicar soluciones genéricas que no siempre funcionan, y poder prevenir complicaciones a largo plazo”.
Un diagnóstico temprano facilita el acceso al apoyo pedagógico, psicoterapéutico y el tratamiento farmacológico (cuando sea necesario). Esto se traduce en un mejor desempeño académico y laboral, al igual que en las relaciones interpersonales, mencionó la especialista.
Asimismo, la neuropsicóloga recalcó que conocer el diagnóstico de TDAH impide que los pacientes interpreten sus manifestaciones como “defectos personales”. Además, evita que a ellos los cataloguen como “rebeldes”, “desorganizados” o “flojos”, lo cual es esencial para “promover una mirada comprensiva, empática e inclusiva”.