
El estado Mérida sigue enfrentando graves consecuencias tras las intensas lluvias que desde el pasado 24 de junio han golpeado a la región, afectando a más de 24.127 familias en 10 municipios. Comunidades y cientos de voluntarios se han organizado para ayudar a los afectados, especialmente aquellas que se mantienen incomunicadas.
El gobernador Arnaldo Sánchez informó recientemente en un balance que los aguaceros provocaron graves daños en viviendas y en la infraestructura vial, con más de 15 puentes severamente afectados, lo que ha limitado el transporte de alimentos, medicinas y ayuda humanitaria.
Ante la crítica situación, diversos centros de acopio y rescate en el estado Mérida se mantienen operativos, reuniendo alimentos, medicinas, agua potable y artículos de primera necesidad. Voluntarios, en motos y vehículos rústicos, se movilizan hacia comunidades incomunicadas, desafiando deslizamientos y vías colapsadas.
Gerbacio Carrero, rescatista del Centro de Integración y Capacitación para la Gestión de Riesgo, Emergencias y Desastres “Los Conquistadores”, destacó que la comunidad ha sido un pilar fundamental, demostrando una gran solidaridad para atender la emergencia.
Carrero, señaló que la respuesta de los equipos de rescate ha sido descrita como “rápida y coordinada, con un enfoque en la asistencia a damnificados y la evaluación de daños, incluyendo la activación de frentes de trabajo para atender fallas en carreteras, puentes y ríos”.