
Un estudio finlandés reveló de qué forma genera sensaciones de placer y brinda posibles beneficios contra el dolor. Es una nueva perspectiva sobre el impacto de este arte y podría utilizarse para tratamientos y trastornos psicológicos. Se sabe que la música contribuye a la salud mental y emocional.
“Escucharla libera dopamina, una sustancia que está asociada al placer, por eso sentimos satisfacción al escuchar nuestra música de preferencia”, explicó en una nota reciente, la licenciada Jorgelina Benavídez, musicoterapeuta.
Además, si se suma el canto “se van a estar liberando las hormonas de la felicidad, como son la oxitocina y las endorfinas”, añadió la especialista. Sin embargo, los mecanismos cerebrales que subyacen al disfrute musical aún no se comprenden del todo.
Un estudio reciente del Centro PET de Turku (Finlandia) demostró que escuchar nuestra música favorita activa los receptores opioides del cerebro, lo que influye en la función del sistema opioide, responsable de experiencias placenteras relacionadas con la supervivencia, como la alimentación y el sexo y alivia el dolor.
Este hallazgo, proporciona una nueva perspectiva sobre cómo la música puede generar placer intenso.