
Tras el accidente en el que un autobús que transportaba a unas 70 personas cayó a un barranco en la entrada norte de ciudad de Guatemala, el presidente Bernardo Arévalo declaró luto nacional por esta tragedia, y extendió palabras de solidarización a las familias de las víctimas.
También ordenó al ejército y a la coordinadora nacional para la Reducción de Desastres asistir en el lugar y activar criterios especiales de atención médica a los heridos.
Según Carlos Hernández, parte del cuerpo de Bomberos Municipales, el conductor al parecer perdió el control del autobús, colisionó con varios automóviles pequeños, rompió una valla metálica y cayó a una hondonada de aproximadamente 20 metros.
Mientras que el ministro de Comunicaciones, Miguel Ángel Díaz, comentó que las primeras investigaciones determinaron que el vehículo tenía más de tres décadas de funcionamiento, pero tenía licencia vigente para circular.
Según las autoridades, el autobús cubría la ruta desde el poblado de San Cristóbal Acasaguastlán (noreste) hacia ciudad de Guatemala.