
La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió mantener la emergencia sanitaria internacional por la viruela símica (MPOX), ante el incremento de casos en África Occidental y el riesgo de contagios no detectados en otras regiones. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, explicó que la medida se tomó tras la recomendación del comité de emergencias, que se reúne cada tres meses para evaluar la situación.
La alerta, declarada por primera vez el 14 de agosto de 2024, responde principalmente al brote de una nueva variante (clado ib) en la República Democrática del Congo (RDC), donde los conflictos en las provincias Kivu del Norte y Kivu del Sur dificultan el acceso sanitario.
Solo en el 2024, se han registrado más de 17.000 casos confirmados de la variante IB en África, con 72 muertes. Los países más afectados son la RDC (más de 8,000 casos), Uganda (casi 5,000), Sierra Leona (2,600) y Burundi (cerca de 1,000).
Esta cepa, distinta a la que causó el brote global en 2022, ha demostrado una mayor capacidad de propagación en comunidades con acceso limitado a servicios de salud. A pesar de que la OMS levantó la emergencia por la variante menos letal en 2023, la aparición de esta nueva forma del virus ha obligado a reactivar las alertas.
Desde 2022, se han confirmado más de 142.000 casos de MPOX en 133 países, con 328 muertes reportadas. La OMS advirtió que, aunque los contagios han disminuido en Europa y América del Norte, la falta de vigilancia en otras regiones podría enmascarar nuevos brotes.
“La situación en África es particularmente preocupante, pero el virus podría emerger en cualquier momento si se relajan las medidas de control”.