
Las valoraciones formuladas ofrecen una manera objetiva de calcular el consumo de estos productos sin depender únicamente de las declaraciones personales sobre la dieta. También apunta a proporcionar nuevas perspectivas sobre cómo estos alimentos afectan la salud a largo plazo, de acuerdo a los expertos.
Es la primera vez que los científicos identifican marcadores biológicos que pueden indicar una mayor o menor ingesta de alimentos, que están vinculados a una serie de problemas de salud, según reveló Erikka Loftfield, investigadora del Instituto Nacional del Cáncer de EEUU que dirigió el estudio.
Para establecer los indicadores, Loftfield y su equipo analizaron información proveniente de una investigación previa que incluía a más de 1000 adultos mayores en Estados Unidos.
De ese grupo, más de 700 participantes habían entregado muestras de sangre y orina, además de registros detallados de consumo alimentario recabados durante un año.