
El cáncer de tiroides es la neoplasia endocrina más frecuente, es una proliferación de células que comienza en la glándula tiroidea, la cual tiene forma de mariposa, dos lóbulos unidos por un istmo, y se encuentra en la base del cuello, justo debajo de la nuez de Adán. Esta glándula produce hormonas que regulan el ritmo cardíaco, la presión arterial, la temperatura corporal y el peso.
Existen varios tipos de cáncer de tiroides, la mayoría crecen lentamente, aunque algunos tipos pueden ser muy agresivos. Pero, si se detecta a tiempo, es curable mediante tratamiento específico e intervención quirúrgica. Se manifiesta más en mujeres que en hombres, y se ha descubierto que mujeres con quistes en mamas también pueden tener pequeños nódulos en la tiroides que, por lo general, son benignos, pero también pueden ser el estadio temprano de una neoplasia endocrina.
Para visibilizar y crear conciencia en la sociedad sobre este padecimiento y la importancia de realizarse los respectivos chequeos preventivos, anualmente se conmemora el 24 de septiembre el Día Mundial del Cáncer de Tiroides.
Enfermedad silenciosa
El cáncer de tiroides puede no causar ningún síntoma al principio, pero a medida que avanza puede manifestarse con signos y síntomas como hinchazón en el cuello, cambios en la voz y dificultad para tragar.
Muchas veces el funcionamiento de la glándula tiroides puede no mostrar alteración alguna en chequeos de laboratorio (TSH, T3 Libre y T4 Libre, por ejemplo), si se está generando allí una neoplasia endocrina, pero sí puede ser evidente la presencia de nódulos en evaluaciones de imágenes ecográficas, aun cuando sean muy pequeños.
El cirujano oncólogo, especialista en patologías de cabeza y cuello, de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), doctor Alejandro Cordero, enfatizó que “el cáncer de tiroides es una enfermedad curable si se detecta de forma temprana”.
Señaló que “los factores predisponentes para el cáncer de tiroides no se conocen, sin embargo, se ha visto que los antecedentes de radioterapia en el cuello y los eventos nucleares que sucedieron en algunos países influyen en la incidencia y prevalencia de esta enfermedad”.
Cordero destacó que, debido a que se desconocen las causas específicas del cáncer de tiroides, no existe ninguna recomendación que se pueda ofrecer para prevenir esta afección.
Sin embargo, resaltó que es importante acudir a consulta médica si se detectan signos clínicos y síntomas de alarma como algún tipo de asimetría o aumento de volumen en el cuello en la región anterior, una lesión nodular que se moviliza en el cuello al tragar, la sensación de tener la garganta apretada, una disfonía (alteración del timbre de la voz) que no mejore en el tiempo y se acentúe, entre otros.
Aclaró que los síntomas de la enfermedad varían según el tamaño y avance del tumor, por eso cuando la lesión es pequeña puede ocasionar disfonía constante, pero si se encuentra en un estadio avanzado, el paciente puede presentar una masa tumoral en la región central del cuello con una consistencia muy firme, desviación de la tráquea y la laringe, entre otros.