
Una ola de calor extremo ha provocado la muerte masiva de peces en el lago Modlanska, al norte de la República Checa, donde se han recolectado más de 11 toneladas de peces muertos en tres días.
Jan skalský, portavoz de la Asociación Checa de Pesca, informó que equipos de 30 pescadores, bomberos y voluntarios trabajan sin cesar para retirar los cadáveres de especies como luciopercas, bagres, carpas y percas en este lago de 41.6 hectáreas, reconocido para la pesca deportiva.
La combinación de temperaturas nocturnas superiores a 20°c y diurnas por encima de 30°c redujo drásticamente los niveles de oxígeno en el agua. Skalský explicó que los sedimentos contaminados del lago, con alto contenido de cianobacterias procedentes de aguas residuales no tratadas, aceleraron el proceso: “las algas y bacterias consumieron el poco oxígeno disponible, asfixiando a la fauna acuática”.
Este evento marca una crisis ambiental sin precedentes para el lago Modlanska, revelando los efectos combinados del cambio climático y la contaminación antropogénica. Expertos advierten que sin medidas urgentes para mejorar el tratamiento de aguas residuales y mitigar el calentamiento global, estas tragedias ecológicas podrían repetirse en otros cuerpos de agua de europa central.