Durante su mensaje dominical desde el palacio apostólico, el Papa León XIV expresó su preocupación por las “noticias alarmantes” procedentes de oriente medio. Ante miles de fieles reunidos en la plaza San Pedro, el sumo pontífice llamó a la comunidad internacional a detener la violencia “antes de que se convierta en una vorágine irreparable”.
León XIV advirtió que la situación actual, que involucra a Israel, Palestina e Irán, amenaza con agravar el sufrimiento de poblaciones ya vulnerables, especialmente en gaza y otros territorios.
“Hoy más que nunca la humanidad grita e invoca la paz”, manifestó el líder de la iglesia católica, subrayando que “ninguna victoria armada podrá compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños, el futuro robado”.
El pontífice llamó a los gobernantes a asumir su “responsabilidad moral” en la búsqueda de una salida pacífica al conflicto, y reiteró que la guerra “no resuelve los problemas, sino que los amplifica”.
León XIV concluyó su mensaje haciendo un urgente llamado a la diplomacia: “que las naciones tracen su futuro con obras de paz, no con la violencia ni con conflictos sangrientos”.