
Los centros para el control y la prevención de enfermedades, informaron que la variante NB.1.8.1, originaria de la familia ómicron y apodada “Nimbus”, ya constituye aproximadamente el 37 % de los casos en Estados Unidos, en meses anteriores, esta cepa representaba sólo el 5 %, por lo que su crecimiento ha sido considerable.
Expertos asociaron el auge de NB.1.8.1 con un recente resurgimiento de casos en China y países asiáticos, así como con una posible ola en EEUU.
La OMS la clasifica como una “variante bajo seguimiento” (VUM), considerando que, a pesar de su mayor transmisibilidad, no hay evidencia de que genere enfermedades más severas.
Investigadores indican que las mutaciones en la proteína spike podrían facilitar su propagación, pero los esfuerzos vigilan su impacto en la salud pública. A pesar de la expansión rápida, no se ha registrado un aumento significativo en hospitalizaciones ni fallecimientos asociados a NB.1.8.1.
Las vacunas actuales, incluidas las de la temporada 2024‑25, se mantienen eficaces para prevenir enfermedades graves.
No obstante, autoridades recomiendan a personas vulnerables, como adultos mayores o inmunocomprometidos, mantenerse al día con las vacunaciones y continuar con medidas como uso de mascarillas en entornos multitudinarios.