
En la ciudad de Stuttgart, Alemania, arqueólogos han desenterrado un cementerio de aproximadamente 1.800 años de antigüedad que alberga más de 100 esqueletos de caballos. Este hallazgo se produjo durante un proyecto de construcción llevado a cabo por la empresa de Vivienda y Desarrollo Urbano de Stuttgart (SWSG).
Los investigadores creen que estos caballos pertenecieron a una unidad de caballería romana estacionada en la región de Hallschlag, en la provincia de Germania Superior. El descubrimiento ofrece una perspectiva única sobre la gestión y el uso de las fuerzas equinas por parte del ejército romano durante el siglo II d.C.
Las excavaciones revelaron que los caballos fueron enterrados de manera meticulosa en una zona de aproximadamente 70 por 80 metros, a unos 200 metros del asentamiento civil romano más cercano. Las tumbas eran poco profundas, y los animales fueron colocados de lado, con las patas dobladas o extendidas. Los análisis de radiocarbono indican que los entierros ocurrieron a lo largo del tiempo, descartando la posibilidad de una muerte masiva por batalla o epidemia.
Este descubrimiento no solo arroja luz sobre las prácticas funerarias romanas relacionadas con los animales, sino que también destaca la importancia de los caballos en la vida militar y cotidiana de la época.
La presencia de un cementerio exclusivo para caballos indica el valor y respeto que se les otorgaba. Los arqueólogos continúan estudiando los restos para obtener más información sobre la salud, la dieta y el papel de estos animales en la sociedad romana, esperando que futuras investigaciones proporcionen una comprensión más profunda de este enigmático hallazgo.